Continúa las siguientes oraciones, después de los puntos suspensivos, para que el final sea inesperado. Puedes fijarte en el ejemplo:
a. Me levanté cada mañana, todo tan normal y aburrido como siempre... Hasta que abrí la nevera y el fuego de un dragón me quemó las pestañas.
b. Estaba en la cola del supermercado para pagar...
c. Necesito ordenar mis ideas...
d. El bosque es un lugar peligroso...
Esta actividad se recoge en el capítulo 3 del libro.
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